Manuel Rosa Moreno: «De la etología de las relaciones a la ética de la responsabilidad»

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El presente texto se corresponde con la presentación e introducción de Manuel Rosa Moreno al I Encuentro de la Sociedad Spinoza de Sevilla, celebrado el pasado 13 de noviembre en el Aula de Grados de la Facultad de Filosofía de Sevilla.

«Las razones filosóficas para admirar a un autor como Spinoza se me antojan innumerables, y podrían colmar varias presentaciones sin agotarlas todas. Sin embargo, cuando pienso en mis razones, siempre vuelvo a una frase iluminadora de otro Espinosa, el sociólogo Emilio Lamo de Espinosa, cuando dice que la filosofía no sólo sirve para hacer obvio lo problemático sino, sobre todo, para problematizar lo obvio. A mi juicio, esta segunda virtualidad otorga a la filosofía su dimensión más inquisitiva, ese plus de especificidad que la distingue de la ciencia y le otorga esa capacidad inigualable para hacernos, además de seres más libres, menos manipulables. La filosofía sirve para desclasarnos, es la ciencia del radical desengaño.

Y es conjugando este segundo aspecto donde Spinoza se nos revela como una inteligencia insuperable: algunos pensamos que su relectura crítica de todo aquello que la teología o la tradición consideró indiscutible, sólo podía venir de la mano de alguien como él, paciente pulidor de anteojos, que sabía, como nadie, que también en el terreno del pensamiento la aplicación de una lente precisa disuelve la opacidad de un saber obliterado o un dogma refractario a la razón; en este sentido, su obra funcionó –y de qué manera- como una herramienta de precisión que desmontó minuciosamente los simulacros institucionales que perseguían la perpetuación de la superstición como forma de dominio; puso boca abajo todo aquello que consideró construido sobre la servidumbre y el miedo, porque ambos provocan la esclerosis de lo que más le interesó siempre: la libertad de acción y de pensamiento. Su vindicación de una vida gozosa (desde la conciencia de su precariedad), que no descuida la responsabilidad de ser construida, junto con su desvalorización permanente de la muerte y sus heraldos, van a guiar toda su quehacer filosófico, ya sea su exegética, su ontología, su teoría del conocimiento o en última instancia su discurso moral y político».

Descargar el texto completo de la ponencia.

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